viernes, 13 de noviembre de 2009

Una revoltura de palabras de amor.

Si me acerco tú te acercas pero con cautela.
Cautela necesaria para no caer en lo que sería la locura de nuestra unión.
Ese vortice que somos.
Ese vacío del que huimos.

Si te amo tú respondes, pero sin respuestas.
Para no resolver el misterio, nuestro misterio.
Ese gran asombro que nos proporciona el equilibrio entre amarnos y tragarmos.
Esa pequeña impresión de que todo está en su sitio.

Si te admiro tu contemplas pero con cuidado.
Porque las ruinas suelen derrumbarse cuando se intenta comprenderlas.
Porque los sueños se términan cuando uno se da cuenta que habita alguno.
Porque los fantasmas no desean ser visto, desean ser sentidos.


Porque cuando me pierdo en tus ojos pienso que
si tu fueras el final yo sería el principio
si yo fuera la extinción tu sería el reinicio.
pero resultas asombro y yo contemplación.

Amor contemplado a otra escala, casi incomprensible para el espiritu común.
Amor destemplado y destruido en llamas,

Contemplación de nuestra no acabada historia
revelación de nuestra historia que vive de expectativas grandiosas pero que se cicla en felicidades intermitentes.

Intermitencia de nuestros intereses, que últimamente se han tornado en sólo el otro.
Porque a travez del otro somos y lo que somos es casi el otro.
y lo que falta
eso lo reservamos para lo que aún falta
aunque me hagas sentir que no falta nada
aunque la nada haría falta para vaciar esta plentiud.

***
Para que quede registro de los somos, fuimos, o seremos : )

No hay comentarios:

Publicar un comentario