En las puertas del infierno, donde todos los Dantes han presumido sus andares, derrama su existir un hombre, las mira.
¿A dónde voy? ¿A dónde voy? - casi canta -
Voy al hogar, dice. porque el hogar es donde está el corazón.
Y su cara sin rostro se hunde entre las familiares tinieblas.
jueves, 12 de febrero de 2009
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